Los luditas, la desindutrialización y la sociedad post-industrial

Cualquier economista ortodoxo que haya leído la entrada anterior seguramente haya pensado en que mi afirmación sobre un cambio a una sociedad post-industrial y la preocupación sobre la influencia en el trabajo no tiene sentido y se habrá sonreído recordando que ese tema quedó zanjado como algo conocido como «la paradoja de los luditas». Bien, tengo muchos motivos, cada vez más, para pensar que la economía ortodoxa, especialmente tal como se promociona en los medios de comunicación «especializados» es una pseudociencia barata a la par que peligrosa. Voy a intentar explicar algo acerca de esto de los luditas, la influencia de la desindustrialización en el mercado de trabajo actual y las singularidades, que son muchas, de las impresoras 3 D, que, entre otras cosas, pueden llegar a ser casi, casi máquinas de von Neuman.

La historia del ludismo puede leerse en la wikipedia. Resumiendo, es un movimiento obrero surgido en la Inglaterra victoriana y abanderado por Ned Ludd (de ahí el nombre), que se oponían a la introducción de telares y demás maquinaria porque rebajaban las condiciones de vida de los obreros y generaban despidos. Actualmente hay un movimiento neoludita centrado en el peligro que suponen la informática y, en especial, la inteligencia artificial. Posiblemente los aficionados a la ciencia ficción, y en especial a la serie DUNE prefeeran hablar de movimiento butleriano (por aquello de la jihad butleriana y la adopción por la especie humana de la decisión de no construir máquinas mas inteligentes que el hombre en ese universo ).

Bien, el planteamiento es muy autoevidente, si para hacer el trabajo que antes requería 100 hombres con la automatización me bastan 10 entonces me sobran 90. Me quedaré con los 10 que más produzcan (es decir, que trabajen mas horas por menos dinero -quien quiera ver una definición mas técnica y con mas consideraciones de lo que se entiende por productividad que lea aquí -) y despediré al resto.

Sin embargo la economía ortodoxa arguye que este punto de vista es demasiado ingenuo y lo despachan con lo que mencioné antes, la paradoja (o la falacia) de los luditas: Luddite fallacy. Las argumentaciones varían un poco según a quien se escuche, pero básicamente son dos. Una de ellas es que se asume que el empresario va a seguir fabricando el mismo número de productos, lo cuál no es del todo razonable. Al fin y al cabo al empresario le interesa producir más. Es decir, que vamos a tener, digamos, que esos 100 hombres antes hacían 1000 productos. Ahora lo que va a pasar es que esos mismos hombres van a hacer 10.000 productos, pero que se seguirá necesitando esos mismos hombres. Por supuesto eso requiere que haya demanda para esos productos. En los mundos de yupi de la economía ortodoxa dónde hay crecimiento infinito, y toda la demanda que se cree será consumida (un consumido es un agente con deseo infinito de consumir) puede. En el mundo real obviamente eso no pasa. Digamos que en los inicios de la revolución industrial dónde Inglaterra era una potencia comercial que se expandía a través de sus compañías por todo el mundo la primera parte (crecimiento infinito) podría ser una buena aproximación, hoy no, aunque no entraré en detalles de lo que sería una definición sensata de crecimiento económico, que me aleja del tema central. El impulso al consumismo desmedido inherente a la filosofía neoliberal en economía intenta hacerse cargo de la segunda parte, obviamente sin demasiado éxito.

La siguiente línea de refutación contra el temor de los luditas es diferente, e imagino que viene al rescate de los fallos de la anterior. Consiste en afirmar que incluso si un sector concreto pierde trabajadores por culpa de la automatización esa pérdida quedará compensada por el surgimiento de otra industria, la que fabrique las máquinas y la encargada de su reparación que absorberán los trabajadores perdidos en un sector concreto. Por supuesto ahí ya surge un problema, que pasar de un sector a otro requiere un reciclaje laboral, y no necesariamente sencillo. Además en la mayoría de legislaciones laborales el cambio de trabajo significa una perdida de derechos laborales por antigüedad y demás. Pero dejemos de lado eso, vamos al centro del argumento, y hagámoslo con algo de mates, aunque sean muy simplonas, que para eso esto es un blog de ciencia ;).

Asumamos que cada máquina fabricada al ponerse a funcionar va a despedir d trabajadores por unidad de tiempo. Y asumamos que la empresa que fabrica las máquinas requiere m trabajadores por máquina fabricada en la unidad de tiempo. Si m<d obviamente tenemos que la empresa de fabricación no creará tantos puestos netos de trabajo como destruye la máquina fabricada. Añadamos la reparación. Si se estropea una fracción e (e siempre será menos que 1) de máquinas en la unidad de tiempo y por cada máquina estropeada hay r reparadores tendremos que el total de puestos creador por máquina sería m + e.r y el total de puestos destruidos seguirá siendo d. Obviamente si m + e.r<d tendremos destrucción neta de empleo. Por supuesto este modelo es muy sencillo y correspondería a una situación estacionaria a largo plazo. Por cierto, nótese que en el largo plazo el factor m de fabricantes de máquinas y el r de reparadores debería disminuir porque por leyes de escala se supone que al aumentar el número de máquinas fabricadas el número de fabricantes por máquina disminuirá. De hecho también debería disminuir e, el porcentaje de máquinas que fallan, pero todo el mundo habrá oído hablar a estas horas de la obsolescencia programada.Eso se traduce en que la empresa que compra máquinas deba comprar máquinas mas frecuentemente. Eso sí, esas máquinas serán mas eficientes el porcentaje de despidos que podrá hacer esa emplea será mayor. Total, que las matemáticas, asumiendo este modelo tan simple, dicen que no es siempre cierto que el sector de fabricación y el de reparación pueda compensar los despidos, dependerá de la eficiencia de la máquina. Además, tarde o temprano (mas bien temprano) en el proceso de fabricación de la máquina entrará a su vez la automatización con lo cuál la tendencia es obvia, disminución de empleo.

Pero esto anterior ha sido un modelo muy burdo, y ni siquiera he puesto datos de algún proceso concreto de algún tipo de máquina. Además, en principio no es malo que se automatice. Se supone que la sociedad una vez tenga provisión sobrada de una serie de bienes y quede población ociosa puede dedicar esa población a producir otro tipo de bienes así que debería darse salida a los desempleados. Esto podría ser cierto mientras haya recursos de materias primas y energía para producir una cantidad creciente de productos y la gente disponga de dinero y espacio de almacenamiento crecientes para hacerse con ellos. Obviamente eso choca una vez más con que el mundo es limitado.

Vamos ahora con los datos, puede uno probar a leer la evolución del desempleo en la economía reciente de la cuna del neoliberalismo, los USA en: crecimiento del desempleo (jobless growth). Como puede verse las expectativas de crecimiento de empleo son nulas, y el hecho de tocar los contratos de trabajo es tirando a irrelevante, los factores implicados son otros. Recomiendo también leer otras entradas relacionadas: Desindustrialización y los libros la luz está en el tunel, el fín del trabajo.

Por cierto, supongo que muchos habrán oído mencionar en tertulias de economía aquello de que «para crear trabajo hace falta crecer un 3%». Bien, esa afirmación esta basada en la ley de okun. Uno pensaría que esa es una ley basada en principios sólidos y de probada validez en cualquier entorno. Obviamente, como casi todo en economía, no es así. Es una ley semiempírica. Eso viene a decir que está basada en una serie de observaciones de unos países muy concretos, en unas épocas y circunstancias muy concretas, y en una serie de supuestos que justifican un modelo matemático muy sencillo. Obviamente la validez de la ley en un país distinto (y en circunstancias distintas) a los observados es más que cuestionable. Pero es que, además, los factores que se meten en la ley para calcular el ritmo de crecimiento de empleo, de los que surge el famoso 3% son absolutamente empíricos. Afirmar que en un país dado el valor es el mismo que en otro imagino que sólo podría justificarse con algún tipo de razonamiento «cater paribus» (todos los demás factores iguales) y mucho me temo que eso es, una vez más, vivir en yupilandia. De todos modos si alguien quiere leer un análisis más profundo de la ley de okun puede probar con How Useful is Okun’s Law?.

Bien, he hablado mucho de la relación entre automatización y empleo, y he comentado que íbamos hacia una sociedad post-industrial. El concepto no es mío y hay una «definición formal» que podéis leer en wikipedia: Post-industrial-society . Básicamente todo viene a ser el paso de una sociedad que produce bienes a una sociedad que produce ideas. Eso es genial, especialmente si tenemos en cuenta que las primeras industrias que han sido atacadas por la informática han sido las que generan contenido intelectual (música, cine, editoriales). Hoy es casi utópico plantearse vivir de la música, el cine o escribir libros ya que lo que produzcas va a ser pirateado y estar disponible gratis.

Lo curioso es que ya se estaba hablando de la sociedad post-industrial antes de las impresoras 3D. Pero es que estas van a acelerar el proceso de una manera impresionante. Podríamos llegar a una sociedad casi totalmente post-industrial en una década. Ya comenté en la entrada previa muchas de las características de esas impresoras. Pero olvidé uno muy importante. Algunas son casi máquinas de von Neumann. Esto viene a significar que uno puede usar una impresora 3 D para imprimir otra impresora 3 D (al menos la mayor parte de ella). Con esto tenemos que ni siquiera los fabricantes de impresoras van a tener un negocio particularmente bollante (excepto por el hecho de sacar cada vez modelos más sofisticados). En la entrada anterior no recalqué todo lo que se puede «imprimir» con un chisme de esos, pero basta con usar la imaginación. ¿bolígrafos? (lo único que habría que hacer es comprar la tinta a parte), ¿lamparas? (la bombilla se compraría aparte) ¿persianas? ¿marcos de ventanas? ¿monturas de gafas? (o, tal vez si sacaran alguna que manejase vidrio incluso las gafas), ¿lentillas?. En principio casi cualquier objeto cotidiano es susceptible de ser reemplazado en parte o en su totalidad por algo que salga de una impresora 3D.

Y, ya para terminar, algo muy preocupante. Seguramente se podría usar una impresora 3D para imprimir armas de fuego. Los diseños no podrían ser iguales a las armas actuales porque los factores de resistencia de los materiales no serían los mismos, pero seguro que alguien inventa el modo. Dado que conseguir los elementos químicos para el propelente no debe ser muy complicado eso abriría la posibilidad de que casi cualquiera pudiese imprimirse en su casa un número ilimitado de armas de fuego, lo cuál es muy inquietante. Mas inquietante aún si tenemos en cuenta que podrá imprimir el modelo que le plazca, y que podrá haber casi un número ilimitado de modelos. Así mismo podrá destruir el arma una vez usada (al fin y al cabo podrá construir otra en el futuro, cuando le plazca). Imagino que eso será un serio problema para la gente de los CSI a la hora de identificar las «armas homicidas» implicadas en un crimen.

En definitiva, dejo una serie de argumentos que apuntan que de aquí a una década el mundo podría ser muy diferente al que conocemos. Pero como dijo un famoso físico (o matemático, tal vez fuese el propio Von Neumann, no estoy seguro) predecir es algo muy complicado, en especial si se trata de predecir el futuro. El tiempo dirá cuanto me equivoco ;-).

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3 respuestas to “Los luditas, la desindutrialización y la sociedad post-industrial”

  1. - Says:

    Bueno,tengo que comentar sobre esto, en este blog he leído varios artículos, muchos de ellos interesantes y bien escritos, pero este articulo me ha decepcionado mucho. No solo por el intento de descalificar la economía «ortodoxa» sino por presentar argumentos muy pobres al solo mostrar una cara de la moneda.
    «En los mundos de yupi de la economía ortodoxa dónde hay crecimiento infinito, y toda la demanda que se cree será consumida (un consumido es un agente con deseo infinito de consumir) puede. » El crecimiento infinito es posible ya que un crecimiento infinito no necesita de recursos naturales infinitos, esta afirmación hace un tufo de magnitudes colosales a la falacia de la catástrofe malthusiana. La demanda no es consumida, los bienes y servicios ofertados son los que pueden ser consumidos, lo que intentas decir es que la oferta crea su propia demanda, una interpretación de la ley de Say, que ya no es aceptada en la economía ortodoxa ya que entonces no habría problemas económicos a causa de una falta de demanda agregada. Por tanto el empresario puede aumentar la cantidad de producción aunque no siempre como bien has afirmado. Me ha gustado el «modelo matemático» con el cual se ilustra que los puestos de trabajo provenientes de la creación de estas máquinas y su reparación tienden a ser menores que los puestos de trabajo destruidos. Lo que no vemos es que hay industrias enteras que se crean sobre esta nueva tecnología, antes había mucha gente trabajando para hacer cosas que ahora se pueden hacer con un iphone, se han destruido puestos de trabajo¿? al contrario, además de gozar de un producto mejor se ha creado una industria del software inmensa, accesorios para el iphone… además de ahorrarse trabajadores en la producción también se ahorran multitud de recursos y por tanto todos estos recursos ociosos (trabajadores y otros recursos que al ser la producción más eficiente se ahorran), a lo largo del tiempo (un carpintero no pasa a ser pintor de la noche a la mañana) se utilizan para la producción de otros bienes, es un proceso de destrucción creativa. No importa que el mundo sea limitado, un crecimiento ilimitado no necesita de infinitos recursos naturales, a través de la tecnología y capital humano con los mismos recursos naturales se puede crecer más, evidentemente que recursos limitados como puede ser el petróleo pueden traer serios problemas pero su solución vendrá gracias a una mejore tecnológica. Sobre el jobless growth el argumento más fuerte es el de cambios estructurales en el mercado de trabajo, causando desempleo en el corto plazo mientras lo puestos de trabajo cambian de una industria a otra.
    Por tanto la falacia del ludista aún es vigente.
    Bueno, si me convences ya tiraré mi ordenador por la ventana y empezaré a escribir con escarpa y martillo, que puede que así salve unos cuantos puestos de trabajo.

  2. ulyses Says:

    Buen artículo. La verdad es que considera muchos aspectos que ninguno de los «expertos económicos» que aparecen en los grandes medios de comunicación apenas tratan.
    Creo que la crisis actual en gran parte pone de manifiesto un cambio profundo en la sociedad capitalista tal como la conocemos. Dejando aparte el tema de las finanzas el «problema» que nos encontramos actualmente, es que el factor trabajo en el proceso productivo es cada vez menos necesario, y este cambio se esta acelerando en los últimos años. Y es un tema que parece que quiera esconderse. Porque realmente implica reformular la sociedad tal y como hasta ahora está concebida. Muchos dicen que la tecnología crea nuevos puestos de trabajo, y es cierto, pero la proporción entre destrucción-creación es claramente negativa. No hace falta ser un genio de las matemáticas para darse cuenta de que el futuro para el trabajo pinta mal. Vamos a una sociedad en la que un porcentaje pequeño de la población producirá todos los bienes y servicios necesarios. La cuestión es ¿que ocurrirá con el resto?.
    Podemos seguir en los «mundos de yupi» como dice el autor, pensando que todo será igual pero mucho me temo que no, que las bases de la organización económica de la sociedad van a cambiar o de hecho ya han cambiado para siempre.
    Este nuevo escenario puede plantearse como una catástrofe o bien como una oportunidad para reducir las horas de trabajo y implantar un sistema de renta ciudadana mínima con el que la gente pueda vivir y que trabaje el que pueda. Esto sonará a sacrilegio pero creo que es la única solución si no se quiere llegar a un estallido social sin precedentes.

  3. Iván Says:

    Hola. Quisiera decir que el avance tecnológico debe quitar trabajo, para ser avance. Si diese más trabajo sería un retroceso, no un avance. Esto que estoy diciendo puede sonar raro, pero es porque estamos acostumbrados a pensar en los términos de que el trabajo es bueno, y ligar el progreso a términos como «creación de empleo». Sin embargo cuando uno piensa de otra forma, quizás de una no monetaria, como cuando uno realiza las actividades del hogar, pensamos al contrario. Por ejemplo, nadie nos quejamos de que la lavadora o el lavavajillas » nos quiten trabajo», y probablemente no nos convenza mucho si alguien nos dijese que seria bueno que empleasemos ese tiempo que nos han quitado en pintar la casa de un color diferente cada semana, porque así estaríamos «creando empleo».

    Mientras que en una economía en términos de hogar, vemos claro que el avance tecnológico es bueno porque nos hace trabajar menos; cuando analizamos la economía a nivel macro tendemos a ver justo lo contrario. Esto se debe a varios motivos. Uno es que en el caso hogareño analizamos la economía en función de aquellos bienes que son necesarios producir y el esfuerzo que es necesario en producirlos, mientras que en la economía macro tendemos a pensar mas en términos monetarios y en el trabajo como el hecho de pasar 8h al día produciendo algo para que te den dinero. El otro motivo, es que en el hogar vemos al trabajo como algo que no que no gusta hacer, pero que es necesario, y tendemos a repartirlo entre los miembros del hogar. Por tanto, la introducción de tecnología hace que todos los habitantes del hogar tengan que trabajar menos para con seguir el mismo objetivo; mientras que en el mundo «macro» se tiende a despedir gente, mientras que se mantiene la jornada laboral a los demas. Y es aquí donde creo que esta el quid de la cuestión. En la economía macro nos comportamos, siguiendo el símil del hogar, de la siguiente forma, inicialmente tenemos el trabajo repartido, el que se dedica a la cocina introduce un lavavajillas, con lo que puede hacer su parte de trabajo mas rápido, sin embargo en vez de disfrutar ese tiempo libre, como en el acuerdo inicial del piso, estipularon que todos debían trabajar un numero de horas determinadas al día, decide seguir limpiando el baño, con lo que ahora el que se encargaba de limpiar el baño no tiene nada que limpiar, y se queda sin trabajo. El resto de compañeros del piso, se ponen de acuerdo en que como aquel al que antes le tocaba limpiar el baño, no esta trabajando, se esta aprovechando de ellos, y no es justo que disfrute de las instalaciones del piso como los demas, así que le exigen que encuentre algo que hacer (crear empleo), o si no no le permitirán usar el baño, la cocina…Llegados a este punto existen 2 opciones, o que los habitantes del piso hablen y acuerden repartir el trabajo, reduciendo la jornada laboral, para que el efecto de la tecnología sea tener los mismos servicios que antes, pero con mas tiempo libre; o mantener la jornada laboral y esperar a que a la persona desempleada se le ocurra algo útil que hacer, de forma que el efecto de la introducción de la tecnología haya sido producir mas bienes mediante la misma cantidad de trabajo. Para este caso, podría ser que a la persona desempleada, se le de especialmente bien cantar, y se dedique a tocar musica en directo mientras los demás limpian, y los demás lo aprecien. También se le podría ocurrir aprender recetas nuevas en ese tiempo, y dedicarse a cocinar comida saludable para los demás, podría dedicarse a decorar la casa, a hacer estudios para mejorar la eficiencia energética de la casa y reducir la factura de la luz…

    Creo que modelizar la economía, como un hogar, suele ayudar a comprender mejor muchas cosas en economía, que se nos escapan por pensar de manera monetaria.

    Una forma mas rigurosa de explicar esto, sin ejemplos de casas. Consistiría en definir el «progreso» como la capacidad de producir aquellos bienes y servicios que necesitamos, utilizando para ello cada vez menos esfuerzo. Matemáticamente podríamos definirlo como maximizar el cociente (cantidad de bienes)/(tiempo global de trabajo). Vemos por tanto que existen 2 métodos extremos de aumentar este cociente. O solo aumentar la cantidad de bienes sin tocar el denominador; o solo disminuir el tiempo de trabajo sin tocar el numerador. Véase que esto estaría incompleto ya que ese parametro no aborda de que forma estan distribuidos los bienes y el tiempo, pero lo dejaremos así para no complicar las cosas. Yo creo que ninguno de los 2 modelos extremos es bueno o malo en si mismo, sino que la proporcion en la que varíen numerador y denominador para aumentar ese parametro dependerá de cada economía. Por ejemplo, en una economía en la que haya poca variedad de bienes, quizás es mas conveniente, no disminuir la jornada laboral, y que pueda quedar gente liberada para crear nuevos bienes. Para que este proceso no sea doloroso, requeriría de solidaridad entre los ciudadanos y que haya su sodio de desempleo, ya que a uno no se le ocurre algo nuevo que hacer de un día para otro. Esto produciría un aumento en la variedad de bienes, y una especialización en el trabajo haciéndolo todavía mas eficiente. Sin embargo, cuando la economía es capaz de producir tal cantidad de bienes, que tenemos todo aquello necesario, y que resulte ya complicado inventarse algo nuevo y útil, a esa gente «liberada» le resultará muy difícil encontrar la forma de ganarse la vida, con lo que seria mucho mejor utilizar ese desarrollo en bajar la jornada laboral y disfrutar todos de mas tiempo libre.

    Por ultimo, volviendo a mirar tu calculo para demostrar que la introducción de maquinas destruye trabajo desde esta perspectiva, ese calculo me resulta totalmente innecesario. Si la fabricación y reparación de maquinas absorbiera todo el trabajo que es ahorrado («destruido» como suele decirse) por las maquinas, la introducción de las máquinas sería algo absurdo, ya que como sociedad produciríamos los mismos bienes utiles finales (la maquina en si no seria un bien útil de consumo, (no se come, ni se bebe…) sino un medio de produccion), trabajando la misma cantidad de tiempo, y además consumiendo mas recursos naturales (los materiales de los que esté hecha la maquina y la energía que consuma). Si para producir 100 escobas, necesitamos 100 personas trabajando 8h al día, la creación de una maquina que me permita fabricar las 100 escobas con 50 personas, pero que la maquina requiera 50 personas para producirla y mantenerla, es un absurdo. Netamente seguimos teniendo 100 personas trabajando para conseguir 100 escobas, pero ahira con un mayor gasto de recursos naturales. Incluso monetaria mente no debería salirle rentable al fabricante de escobas, ya que en el precio de la maquina ira incluido el salario de los 50 trabajadores que producen y mantienen la maquina. Por tanto queda claro que la única forma de que introducir una maquina sea útil, tal y como dicta el sentido común pensando en términos de una casa, sea que esta ahorre trabajo neto. La clave está en como se distribuya ahora ese «ahorro» de trabajo, si aumentando el tiempo libre de todos, mediante reducción de jornada laboral, mediante la destrucción de puestos de trabajo, o mediante una formula intermedia.

    Un saludo.

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